Ha habido algunos cambios en el blog. Cambios en la imagen de cabecera, cambios en el reproductor de música, he añadido un reloj... ya sabeis, mayo está a la vuelta de la esquina ;)
Quizás es porque tenga ganas de hacer cambios en mi vida. O mejor dicho, creo que esos cambios vendrán de un momento a otro. No los espero. No espero nada. Pero llegarán. Para empezar, creo que en breves, y gracias al curso de risoterapia (y de hacer el pasayo literalmente), voy a empezar a cambiar mi punto de vista en ciertas cosas. O al menos, es algo a lo que aspiro. Perder algo de vergüenza, no tener miedo al ridículo y sacar el payaso que llevamos dentro, son algunas de las cosas de las que espero sacar provecho de este curso.
Uno de los siguientes cambios que me esperan, y uno de los más fuertes, será aquello a lo que llaman universidad, y la cual empiezo en poco más de quince días.
La mayoría de la gente vive esta situación:
- ¿Ganas?
- Siiiiiii! ¡Muchisimas! Las fiestas, los barriles, conocer a gente nueva.
Yo al contrario, vivo la siguiente:
- ¿Ganas?
- Psssse..........
(Soy muy expresiva, ¿verdad?)
No quiero esperar nada. Lo que tenga que venir, vendrá. Ya sea bueno o malo.
Yo mientras tanto seguiré descubriendo la payasa que llevo dentro.
1 comentario:
Los payasos siempre me dieron miedo de pequeña. Me daba la impresión de que se maquillaban de esa forma tan grotesca para vivir una mentira, ocultar lo deprimentes y tristes que son en realidad, y en cambio simular la gracia y las risas que los representan.
Ahora me doy cuenta de que es todo lo contrario. Los payasos no se ocultan, si no que salen a la luz. Nuestra máscara son los miedos y vergüenzas, nos impiden actuar tal y como somos y como queremos.
No olvides tu nariz, payasa
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