Diciembre.

Quienes me conocen saben que la Universidad me mata. La universidad me vuelve una zombie. Y no es que esté super estresada con examenes, dándome un chute de cafeína; no. Es que últimamente me duermo hasta de pie. Las 24 horas del día ando cansada y con sueño y cada vez que suena el despertador a las 7 de la mañana tengo ganas de tirarlo por la ventana. Nose si será porque ultimamente vivo en la universidad, es mi segunda casa, por no decir la primera. O porque tengo un chute de trabajos (y de góticos) interesante. Y porque lo único que quiero es que lleguen ya las "vacaciones". Pero todo esto, ya me da igual. Hasta me gusa. Me gusta estar así, y me gusta hacer lo que estoy haciendo y cómo lo estoy haciendo. Creo que todo, poco a poco, vuelve a la "normalidad".... Y lo más preocupante, para un dia que no tengo que poner el despertador, mi reloj biológico se preparara para levantarme a las 9 de la mñana. ¡Qué genialidad!.